La mejor escapada romántica: Verona
La mejor escapada romántica tiene que ser en el lugar más romántico del Mundo, Verona, en el Balcón de la Casa de Julieta. Para amantes de todas partes del mundo este ha sido considerado como el emplazamiento bajo el que suspiran los románticos empedernidos.
Este lugar se lo debemos a William Shakespeare, quien se inspiró en la familia Capello, propietaria del Palacio italiano del siglo XIV, para dar vida literaria al clan de los Capuleto -al que pertenecía la dulce Julieta-, que eran los eternos enemigos de los Montesco -estirpe del viril Romeo- y que juntos protagonizan el impresionante tragedia que conquista corazones desde 1597.
El 14 de febrero en el que San Valentín toca con su magia a millones de enamorados, teníamos la obligación de transportar a todos nuestros viajeros hacia un lugar encantando y no se nos ha ocurrido otro mejor, si bien la elección no ha sido fácil: el Taj-Majal, el río Sena, los jardínes de la Alhambra…
Pero sin duda el amor más allá de la vida de estos jóvenes italianos ha sobrevivido al paso del tiempo y a la modernidad de nuestras mentes. Por algo será, aunque no me queda muy claro si se debe a los dardos de Cupido o una curiosidad quasi morbosa que nos hace inclinarnos hacia los finales más dramáticos, a pesar de las miles de notas de amor pegadas por las paredes del edificio.
Por su parte el Ayuntamiento de Verona, mucho más práctico que todo eso, lleva un par de años alquilando el famoso balcón para que enamorados de todas partes sellen su amor por el mundano intercambio del vil metal, menos romántico pero mucho más funcional.
El consistorio veronés cobra la módica cifra de 600 a 1000 Euros por celebrar bodas en el palco de la casa de la hija de los Capuleto. Ahí es nada. Pués no se crean, que a pesar de la crisis… la lista de espera no es corta. Lógicamente si quieres una foto apoyada en el fámoso balcon de Julieta, también tendrás que pasar por caja.