La Camarga, una inmensa marisma
La Camarga es una inmensa marisma en el Sur de Francia, en la ribera del Mediterráneo, cuya capital es Saintes-Maries-de-la-Mer, donde vivió Vincent Van Gogh y se inspiró en los paisajes que le rodeaban. Se trata de una región salvaje, un torbellino de paisajes y colores hechos por las aguas, el sol, la arena, el viento y la sal. Sobre todo de aguas, las dulces de los dos brazos del Ródano y la salada del mar, que se mezclan y enturbian, y dan vida a este lugar de incalculable valor ecológico. Es el territorio del toro negro, del caballo blanco y del flamenco rosado, y el refugio natural para más de trescientas especies diferentes de aves.
La calma reina sobre esta tierra, que asiste sin inmutarse a los cambios de clima y de estaciones, Un día puede descubrirse la primavera, con unas aves venidas para anidar en sus entrañas, mientras que las flores explotan don los primeros calores. Otro día, también sin avisar, llegan los ardores estivales, que agrietan las tierras y caldean las aguas de la costa, o las lluvias de otoño, que llenan los estanques; o los suaves inviernos mediterráneos.
La observación de los animales en La Camarga
El Parque ornitológico de Pont du Gau es un observatorio insuperable para ver las especies que habitan permanente o estacionalmente en la región. Los islotes de Rièges, al sur de la albufera de Vaccarès, son otro lugar de naturaleza impactante, en ello se dan cita muchas aves, y castores.
Playas y faros
La costa camarguesa es una línea de playas, bordeada por dunas en puntos como el faro del Espiguette, junto a la playa de Espiguette que es considerada una de las más bellas de Francia, el de Beauduc y la punta de Sablon. Otro faro, el de Faraman, fue tragado por el mar; el nuevo se alzó en una zona privilegiada de la Camarga.
Vestigios de Romanos en Arlés
La ciudad de Arlés muestra algunos de los monumentos romanos, más importantes de Francia. Os impresionarán el Anfiteatro gigante, el Foro y las Termas de Constantino.
Las Salinas
La producción de sal es una actividad secular en la región. La sal de la Camargue es una de las más apreciadas de toda Francia, sobre todo la Fleur de sel. En las salinas de Giraud, Midi y Badon se acumulan depósitos que llegan hasta 20 metros de alto.
Arte de Medieval
Se puede visitar el pueblo de Aigües-Mortes, es una antigua ciudad medieval fortificada, una maravilla del siglo XIII, llama la atención su recinto fortificado con diez puertas y seis torres, siendo la más destacable la Torre Constancela, o iglesia de Saint-Trophime, en Arlés o también La abadía de Saint-Guilles, con una bella fachada,
y sobre todo, el todo el pueblo de Saintes-Maries-de-la-Mer, con su iglesia fortificada del siglo XI.
Un desierto al este de La Camarga
Cuando se retiró hace 12.000 años de la su senda original , el río Durance, (al norte de Marsella) nos legó una impresionante alfombra de cantos rodados del tamaño de un puño: la Crau, que, con sus miles de hectáreas, se parece a los paisajes del Anti Atlas marroquí o del Negev israelí. La aparente modestia de su vegetación (jacinto estrellado, lavanda…) esconde huéspedes excepcionales en nuestras latitudes: reptiles de piel manchada, escorpiones, tarántulas, cernícalos,… Y sobre todo, es el último santuario del Ganga Cata (Pterocles alchata), una ave grande y feroz de tonalidades ocres que se confunden con el paisaje. La Crau es igualmente un lugar privilegiado para el pastoreo, basado esencialmente en ovejas merinas de Ales, una especie rústica especialmente adaptada a las condiciones ambientales y a los cultivos de la región.