La villa de Zarauz, Guipúzcoa
La villa de Zarauz, a unos 25 kilómetros de distancia de San Sebastián (Donosti), ofrece al visitante un amplio abanico de posibilidades para conocer un lugar que reúne diversos atractivos. Desde su fundación en el siglo XIII, está ligada estrechamente con el mar Cantábrico que hace las veces de fondo en el paisaje. Fue sede de los balleneros hasta el siglo XVI cuando se comienzan a desarrollar otras actividades relacionadas también con el mar a raíz de la creación de astilleros. No obstante, es a partir de la llegada del turismo, cuando Zarauz se muestra en todo su esplendor abriéndose a los visitantes con toda la hospitalidad que la caracteriza.
Esta localidad, de cerca de 20.000 habitantes, mantiene su rostro hacia el Cantábrico ya que su playa es uno de los mayores atractivos turísticos de la localidad. Una playa bañada por las frías y a veces hostiles olas de un mar a menudo encabritado pero que muestra la belleza de un océano salvaje. Estas características hacen de la playa el lugar idóneo para pasear entre el murmullo de sus olas o entre las dunas que forma el viento en la playa.
Además, el paseo puede deparar sorpresas encontrando especies del ecosistema propio de la zona. Las olas dejan su huella y sonido mientras sirven a los más jóvenes y atrevidos para practicar surf. La práctica de este deporte es más extensiva cada día y es el llamamiento para que el viajero disfrute de un turismo de carácter activo en el que se engloban muchas otras actividades. Entre estas, encontramos la posibilidad de surcar los cielos de Zarauz en parapente, de disfrutar de la naturaleza y el aire libre practicando el golf o realizando excursiones por los bellos paisajes que rodean a la villa y donde se puede admirar la riqueza de especies animales y vegetales de los campos guipuzcoanos.
La tradición y la modernidad se mezclan y se respiran en un enclave rodeado de naturaleza viva e impregnado del carácter de otras épocas y culturas que durante milenios han poblado este lugar privilegiado en la costa cantábrica.
Por ello, la historia respira por los cuatro costados en esta localidad guipuzcoana. El viajero amante de la cultura y las raíces culturales encontrará como gran fuente de inspiración el conjunto arqueológico monumental que cuenta con hasta siete yacimientos. En ellos se ha trabajado hasta descubrir los antiguos habitantes desde la Edad de Piedra hasta la Medieval pasando por los restos del gran legado romano. Representante de esta variedad de culturas es la parroquia de Santa María la Real, junto con la torre y campanario de Zarauz. En este conjunto monumental se puede visitar la historia oculta de pueblos de la Edad de Hierro, necrópolis medievales y el actual templo gótico construido a finales del siglo XV.