Los países más baratos de Europa para ir de vacaciones

En los últimos años los mileuristas europeos tienen que ahorrar e ir con calculadora para poder disfrutar de vacaciones incluso en su propio continente.

El truco para relajarse es salir de la «zona euro», donde la relación calidad/precio se vuelve mucho más razonable. Aquí tenemos un póker de países para pasarlo mejor gastando menos.

Bulgaria

Aquí puedes encontrara alguna de las últimas playas realmente desiertas de Europa. Si te interesa la arquitectura, la historia o simplemente pasear por lugares poco habituales dispones desde ciudades medievales (Veliko Tarnovo) hasta joyas arquitectónicas del siglo XIX (Koprivshtitsa) o pueblos musulmanes conservados desde el Imperio Otomano. Si evitas los resorts pijos y los hoteles boutique descubrirás que el euro te consigue precios increíbles en todo el país. ¿Un joya por descubrir? El boscoso parque nacional de Stranja.

Lituania

Ocupa el doble de la superficie de Bélgica, pero allí las cosas cuestan la mitad. Sus más de ochenta kilómetros de playas blancas se convierte en una opción ideal para el verano. El novelista Thomas Mann escogió un rincón escondido de la costa como su lugar favorito de descanso. Las agencias cada vez tienen más ofertas para visitarla, pero ir por tu cuenta tampoco es mala opción. El tesoro oculto es Siauliai, la quinta ciudad más grande del país, con catorce museos, una atractiva selección de bares y abundante arquitectura de los años veinte y treinta.

Polonia

Muchos identifican el país con Cracovia, pero en realidad hay mucho más que descubrir. Por ejemplo, Varsovia, la capital, uno de esos interesantes choques de civilizaciones donde los impresionantes edificios soviéticos se mezclan con restaurantes de lo más moderno. Los precios no son el chollo de antaño, pero igualmente se puede comer en uno de los mejores restaurantes de la ciudad por ocho euros el plato (en provincias los precios siguen desplomados).

La playa más recomendable es Sopot, también conocida como «el Mónaco del norte», ya que aquí se reunía la élite económica de la Europa de entreguerras.

Croacia

La «tierra de las mil islas» es un destino favorito de los europeos desde hace años. Desde comienzos de siglo los precios han subido, pero también los servicios e infraestructuras. Pagando en kunas exprimirás mejor tu paga extra que en cualquier otro destino similar. Se eslogan promocional no miente: «El mediterráneo, como solía ser». Tanto allí como en su costa adriática pueden encontrarse auténticos paraísos para amantes de los deportes de agua. Su creciente escena de clubs puede ser una alternativa a la masificación de Ibiza.

Dubrovnik es la típica ciudad de cuento, pero hay alternativas menos fashion como Trogir, llamada la ciudad museo por su alta concentración de iglesias, palacios y torres (con el sello de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO). Otro atractivo mayúsculo es la comida: pescado, risotto y trufas de primerísimo nivel.